"Pantalon cortito, pantalon cortito, con un solo tirador". Chiquillada, la gran creacion de Leonardo Fabio, cantante popular latinoamericano, rescata una epoca dorada: la niñez, esa niñez en la cual, todos, inevitablemente, fuimos, queriendolo o no, felices, completamente felices.
Usted recordara tan bien como nosotros lo que eran esos años en Ponferrada, lo felices que eran esos años aqui. Como disfrutabamos la buena vida aqui, cuando eramos pequeños y corriamos libremente por las calles, alborotando a los ancianos, sintiendo que la vida era plena y merecia la pena ser vivida.
Tardes completas. Tardes llenas de felicidad, tardes que pasaban rapidamente, tardes que eran hermosas porque no teniamos tareas que hacer, la escuela estaba lejos y podiamos disfrutar cada dia como se merece, sabiendo que, al caer la noche, nuestros padres nos darian una rica naranja para probar.
Los niños de hoy, nuestros propios hijos, no han probado verdaderas naranjas, porque las naranjas que comen no son naranjas naturales como aquellas que comimos nosotros y nuestros padres y los padres de nuestros padres, naranjas verdaderas y no criadas en oscuros laboratorios.
Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada. La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores.
Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron comercializar sus propios productos naranjas tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; hoy es posible, repitamoslo, comprar naranjas valencianas similares a las narradas por Neruda solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Ponferrada y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores: http://www.naranjasdelmijares.com